Acabamos de ver en el noticiario de una importante cadena televisiva, como la patronal de empresas de transporte en autobús arremete contra la conocida página web para fomento del viaje en coche compartido, o carpooling, Blablacar.

De entrada enhorabuena a Blablacar por haber conseguido, aunque sea sin querer, que incluso la patronal del sector les haya puesto en boca de los medios de comunicación. La publicidad gratis no tiene precio!.

De seguido nos atrevemos a vaticinar que, frente a lo que a la patronal del sector le gustaría, el carpooling ha venido para quedarse, pues son muchas las ventajas que unos usuarios castigados por la crisis económica que un principio se vieron atraídos por esta alternativa más económica de viajar han ido descubriendo: ahorro, sociabilizarse, mayor disponibilidad de horarios para viajar, mayor comodidad del vehículo, servicios prácticamente “puerta a puerta”, posibilidad de encontrar viajes a destinos en los que no hay conexión por bus, etc...

Carpooling

¿De verdad creen los empresarios que podrán competir contra esto? ¿Sería posible que unos usuarios (procedentes por cierto de todos los segmentos de la población) que ya conocen y se benefician del carpooling vuelvan al utilizar el bus?.

Dicen que quien lo prueba no sólo repite, sino que no vuelve a viajar de otra forma, y si eso es verdad, ¿qué acabará pasando?.

Todo lo que aporta valor tiende a prosperar de forma imparable, y ese ha sido el secreto de la evolución de la humanidad.

No sé que pasaría cuando hace décadas la gente dejó de desplazarse en tren y comenzó a utilizar sus coches o los propios autobuses, pero estoy seguro de que la patronal de trenes no pidió al gobierno que prohibiera las carreteras para que su negocio no desapareciera.

Tampoco creo que la patronal de navieras pidiera que se ilegalizará la aviación comercial, cuando la gente descubrió las ventajas de ir de un lado a otro del Atlántico en avión.

Y mucho menos que los propietarios de diligencias pretendieran que se desmontaran las líneas ferroviarias en el viejo Far West.

En el sector de grandes eventos, el carpooling también se está convirtiendo en una fuerte tendencia que gana usuarios día a día.

Vivimos en los albores de una nueva era nos guste o no, y uno de los paradigmas que están marcando nuestro tiempo pasa por el consumo colaborativo. Está bien que la gente comparta los recursos, es bueno para el bolsillo de las personas y para el medio ambiente.

Las nuevas oportunidades de negocio apuntan en esta dirección, y los viejos modelos de negocio se ven en la tesitura de desaparecer o de reinventarse, pero en cualquier caso, el declive de un sector económico lo marcan las tendencias del mercado, y contra eso no se puede luchar, salvo que se opte por utilizar la fuerza y se reclame la ayuda de un papá Estado que, llegado el caso, se tendrá que decantar o por las empresas o por los ciudadanos.

Por nuestra parte larga vida al carpooling e iniciativas similares, pues sois la evolución natural que han elegido los viajeros.