Si hay una actividad identificada dentro del MICE como tradicionalmente desarrollada por mujeres, esa es sin duda la agencia de azafatas. Muchas son las chicas que en su juventud han trabajado como azafatas, y a su vez muchas de las directivas de agencias de azafatas lo han sido en su juventud.

Ofrecer la visión de que ser azafata se trata de un rol tradicionalmente otorgado a las mujeres, supone uno de los mayores problemas que desde la perspectiva de género hay en el sector MICE. Desarrollar tareas de azafata/o debe ser algo normal tanto para las mujeres como para los hombres, del mismo modo que ejercer otros trabajos como montador, técnico, ejecutivo de cuentas o directivo también debería ser normal para ambos géneros.

Una de las metas del “ODS 5 Igualdad de género y empoderamiento de la mujer” aplicado al MICE debería ser normalizar que la profesión de personal auxiliar de un congreso o evento no es algo ligado a la condición de ser mujer, sino que es una tarea que puede desempeñarse tanto por hombres como por mujeres, evitando con ello encorsetar a la mujer en roles de género.

Muchas agencias de azafatas nos cuentan lo difícil que puede resultar a veces conseguir un porcentaje de 50% hombres y 50% mujeres en un evento. Esto nos obliga a redoblar nuestros esfuerzos en captar perfiles masculinos para nuestras bases de datos y en marcarnos como objetivo la paridad de género de nuestras plantillas en los eventos, como valor añadido en la lucha de género que como agencias de personal podemos aportar a los eventos.

En este caso la igualdad no pasa por conseguir más oportunidades laborales para la mujer en nuestro sector, sino por liberarla de los roles de género adjudicados por nuestro sector, para poder proyectar a la mujer a todos los roles laborales que ofrece la industria MICE.

Nuestros clientes también tienen que compartir esta visión, y exigir a sus agencias de personal que para sus eventos cumplan con esta paridad de sexos debería ser una obligación.