La celebración de
eventos al aire libre añade nuevos aspectos vinculados a la
sostenibilidad que deben ser considerados para que el entorno que los acoge no sufra impactos que lo deterioren. Este aspecto es tanto más patente en el caso de eventos desarrollados en el medio natural (campo, playa, montaña, etc), en dónde hay que adoptar medidas para evitar afecciones no sólo las especies animales y vegetales silvestres presentes en el entorno del evento o sus cercanías, sino también los recursos hídricos y el patrimonio geológico.
- Los eventos al aire libre, deben ser sostenibles siempre.
Dependiendo de las características del entorno natural en donde desarrollemos los eventos al aire libre, habrá que ser más exhaustivo con las medidas de prevención que tengamos que aplicar o no, ya que no es lo mismo una carrera que se desarrolle en un entorno en dónde predominen los cultivos agrícolas, que un triahtlon que atraviese un parque natural.
Si el entorno en donde se va a desarrollar el evento es especialmente sensible por su riqueza o singularidad natural, si el tipo de actividades que se va a desarrollar en el evento o si la afluencia de público va a ser muy grande, aconsejamos de entrada que el organizador del evento contrate la asesoría de expertos en gestión del medio natural (biólogos, ambientólogos, geólogos y otros técnicos del ramo) que le ayuden a analizar los posibles impactos que el evento vaya a tener sobre el entorno, y a planificar el plan de acciones preventivas correspondiente.
Pero de forma general, antes de desarrollar eventos al aire libre, se deben de tener en cuenta al menos los siguientes factores:
- analizar si existen masas de vegetación cercanas o que se vayan a ver influenciadas por el evento o la afluencia de asistentes, esto es, masas boscosas, matorrales, pastizales...
- analizar si en el entorno existen poblaciones de especies animales que se puedan ver afectadas. Aquí queremos hacer una matización, pues no sólo nos referimos a la presencia física de especies, sino también a que la zona en dónde se desarrolle el evento sea una zona de paso para animales (vados, vaguadas, desfiladeros, zonas de paso de fauna, etc).
- analizar si, en el caso de haber especies cerca del espacio en donde se desarrollará el evento, las fechas elegidas para el evento coinciden con momentos críticos del ciclo biológico de las especies, tales como el momento de la reproducción o la época de partos.
- analizar si existen recursos hídricos que puedan verse afectados (pozos, ríos, arroyos, albercas, etc).
- analizar si el suelo, la tierra, las rocas pueden verse afectadas por movimiento de tierras, compactación por pisoteo del público u otras afecciones.
- analizar si existen elementos geológicos singulares que se pudieran ver afectados, tales como cuevas, formaciones geológicas singulares, paleosuelos (suelos con gran riqueza que han tardado siglos en formarse), recursos mineros, etc.
Una vez que se hayan analizado todos estos aspectos de los eventos al aire libre, y hallamos detectado no sólo las posibles afecciones que se puedan ocasionar, sino también los posibles riesgos de tener accidentes naturales (incendios, contaminación de suelos, ...), se planificarán las acciones que permitan evitar estas afecciones.En el caso de eventos desarrollados en el medio urbano, también se deben adoptar medidas para evitar el deterioro total o parcial de parques, jardines, parterres, mobiliario urbano y árboles.
Los eventos siempre tienen que ser más sostenibles, pero en el caso de eventos al aire libre, esta sostenibilidad se debe de hacer más patente.
Un aspecto como la movilidad puede ser determinante en los eventos al aire libre, pues mientras que los eventos localizados en un palacio de congresos o en una institución ferial suelen contar con las infraestructuras y servicios necesarios (aparcamientos, transporte público, accesos debidamente preparados, …) en las actividades al aire libre la afluencia de vehículos, el aparcamiento de los mismos, los atascos que se puedan producir a las entradas y salidas son aspectos que redundan en la percepción acerca de la organización y la imagen de
sostenibilidad de un evento. Si además estos eventos se celebran en zonas con algún elemento de protección ambiental o patrimonial, la necesidad de extremar el control es imprescindible. Por tanto, en eventos al aire libre, contar con un
Plan de Movilidad Sostenible asociado al evento se convierte en estos casos en una necesidad.
En eventos al aire libre, sobre todo en las competiciones deportivas o en exhibiciones de cualquier tipo, es frecuente la ambientación del entorno con música a gran volumen, animadores o el uso de megafonía para lanzar mensajes al público. Limite el volumen de emisión de los equipos de audio y ajuste la megafonía para no ocasionar molestias a la vecindad. Empleé la megafonía sólo para emitir aquellos mensajes que resulten estrictamente necesarios para los asistentes y participantes del evento.
Además,
sin cambiar el tipo de impactos que se producen respecto a eventos indoor, los procedimientos para mitigar estos impactos. Un ejemplo sería el caso de los residuos, que mientras que en el primer caso es fácil su posterior recogida, en el caso de eventos al aire libre la dispersión y distribución es tan amplia que dificulta su recogida, por lo que cobra aún más importancia la sensibilización para que sean depositados en sus correspondientes contenedores por parte del público asistente. Ello hace que la Evaluación de Aspectos Ambientales deba hacerse teniendo en cuenta las características de la ubicación del evento (máxime si se encuentra dentro de una zona sensible por sus valores ambientales, sociales, culturales o etnográficos, …) lo que nuevamente nos lleva a la necesidad de que estas herramientas se usen como si de un traje a medida del evento se tratara, no pudiendo aplicar recetas generalistas u otros manuales de buenas prácticas dado que las características un evento cambian sensiblemente de una ubicación a otra.