Es indudable que los eventos deportivos tienen un impacto mediático enorme: durante los días sucesivos se valora el número de espectadores de la retransmisión deportiva, los países que siguieron la retransmisión, los lectores de la noticia en cualquiera de los portales de información deportiva, pero ... ¿y si además se pudiera aprovechar esa enorme audiencia para informar sobre otros aspectos, como el hecho de que una competición deportiva en concreto pudiera haber reducido en un 20% su consumo energético, en un 15% el volumen de residuos de envases generados (miles y miles de botellas de agua o refresco entre otros) o que los tenistas participantes hubieran compensado voluntariamente en su inscripción las emisiones de Gases de Efecto Invernadero generadas en sus desplazamientos hasta la sede del evento?. Estaríamos entonces ante eventos deportivos sostenibles.

Los juegos olímpicos de Londres de 2014 han sido sin duda uno de los eventos deportivos sostenibles de mayor visibilidad en los últimos años.

Esas y otras medidas vinculadas a la sostenibilidad en los eventos deportivos pueden venir de la mano de un Plan de Sostenibilidad aplicado al evento. Nadie pone en duda que el deporte es un ejemplo indiscutible para mostrar en positivo cierto tipo de valores, como el trabajo en equipo, la capacidad de superación o la honestidad, pero ... ¿y si además fuese uno de los escenarios que mostrase que la adopción de acciones de mejora de la sostenibilidad hace posible eventos deportivos sostenibles?. A buen seguro la fortaleza del mensaje y la capacidad de llegar a la sociedad sería bastante elevada. Sin embargo, hasta la fecha se ha hecho muy pocas veces.

Pero además de la repercusión mediática y la labor de divulgación y sensibilización de los eventos deportivos sostenibles, hay que contar que muchos eventos deportivos cuentan con un "público cautivo", aquellos que pagan una entrada por asistir a un evento, aquellos que siguen a su equipo con autentica devoción por estadios, pabellones, polideportivos, ... que con seguridad serán muy proclives a participar de cuanta iniciativa se les proponga en el marco de estas celebraciones deportivas. Desde separar adecuadamente los residuos de los alimentos y bebidas que consuman y tratar de generar los mínimos que sea posible, a desplazarse en transporte público hasta el lugar del evento o contribuir a reducir el consumo de agua durante el mismo. Todas estas acciones es posible llevarlas a cabo a través de las diferentes herramientas con las que contaría el mencionado Plan de Sostenibilidad en los eventos deportivos sostenibles y que involucran desde el control de los mismos procesos que requiere la celebración de un evento, a la participación de los proveedores de productos y servicios, la formación y capacitación de los trabajadores involucrados, las acciones de comunicación, sensibilización y visibilidad o un estudio pormenorizado de la movilidad efímera asociada al evento. En definitiva, un traje a medida que permita evaluar el grado de sostenibilidad del evento y desarrollar las medidas necesarias en muy diferentes ámbitos.

Y no todo quedaría aquí, en EPHYMERA SOSTENIBILIDAD^® nuestra concepción de la mejora de la sostenibilidad nos hace representarla como un proceso continuo, por lo que una vez desarrollados estos eventos deportivos sostenibles, siguiendo estas herramientas se habría creado la senda para ir mejorando en ediciones sucesivas, pues no se trata sólo de la percepción de "mayor y mejor" sostenibilidad percibida por asistentes, espectadores y sociedad en general, sino que el adecuado desarrollo de estas herramientas proporciona una cantidad de información que facilita la eficiencia y la adopción de nuevas mejoras.