Estamos en plena campaña electoral, y en menos de un mes serán las Elecciones Generales del 20-N y en las próximas semanas se celebrarán muchos actos electorales en todos los puntos de la geografía española, algunos de los cuales tendrán una asistencia y relevancia más que importante.
 
Pero cabe preguntarse ¿cuentan los partidos políticos con la sostenibilidad como un criterio más a tener en cuenta a la hora de organizar su campaña electoral?.

Una campaña electoral es también un evento, y como tales se les puede aplicar los mismos criterios de sostenibilidad

Aunque todavía no conocemos ningún ejemplo y hasta donde sabemos, este próximo mes no nos lo va a proporcionar. Sin duda será una gran ocasión perdida. Y es que una campaña electoral cada vez se parecen más a un Road Show de una gran estrella del rock, por lo que hay una serie de impactos en la sostenibilidad muy evidentes que bien podrían empezar a corregirse y de paso servir de ejemplo de esa sostenibilidad que seguro que si va a tener un hueco en los programas electorales y en los discursos.
 
Uno de los más evidentes es el asociado a los desplazamientos y transportes asociado a una campaña electoral, que genera una huella de carbono tal que, después de un mes recorriendo la geografía española, acaba siendo notable. Sería interesante conocer ese dato, pero lo importante es que se tomasen medidas para optimizar desplazamientos y se usaran los medios de transporte que menos energía utilizasen, las dos medidas más sencillas para reducir la huella de carbono derivada de la movilidad asociada a un evento, en definitiva, que se elaborara que denominamos el Plan de Movilidad Efímera asociada a la campaña electoral.
 
Otro impacto también patente es el del consumo de materiales y las posibilidades de re-utilización o reciclado de los mismos. La tendencia lleva a colocar fondos y crear diferentes espacios en el escenario del evento, lo que  hace que con frecuencia se usen materiales en cuya composición y proceso de fabricación se usan multitud de productos químicos y/o planteados para que no se usen más que una vez. Pensar en montajes que puedan ser fácilmente desmontados, trasladados y re-utilizados en eventos en diferentes lugares, que hayan sido elaborados a partir de materiales obtenidos sin complicados procesos químicos o a partir del reciclado de otros materiales, que permitan ser fácilmente degradados y reciclados o a los que poder darles algún uso tras cumplir con su función en el evento, son algunas de las opciones posibles que beneficiarán notablemente a la sostenibilidad del evento. La creatividad y el interés en buscar la alternativa más responsable y sostenible, son las claves para decantarse por alguna de las diferentes opciones.

Ambos son dos ejemplos muy concretos, pero los aspectos desde los que abordar la sostenibilidad en una campaña electoral son enormes. Basta con aplicar a su desarrollo unas pautas básicas: partiendo de elaborar un Diagnóstico de los Puntos Críticos para la Sostenibilidad que van a aparecer en el mismo, seguidamente elaborar un Plan de Sostenibilidad del Evento que aborde los principales puntos críticos y trate de minimizar su impacto y llevarlo a la práctica y finalizar haciendo un seguimiento del evento, recopilar datos sobre la aplicación del Plan de Sostenibilidad y trasladar estos datos a una Memoria de Sostenibilidad de la que extraer aspectos de mejora para futuros eventos. Y todo ello de una manera específica y personalizada para cada evento.

Además, dada la repercusión mediática que van a tener estos eventos, el número de participantes y el hecho de que los protagonistas de los mismos sean los futuros representantes de la ciudadanía en las instituciones de gobierno de nuestro estado, hace que, dotándolo de acciones para la Visibilidad de la Sostenibilidad, la repercusión sea notable y con ello se logre lo que al final se busca en los eventos electorales, que el mensaje llegue lo más clara y directamente posible, y en este caso el mensaje será claro, una apuesta decidida por la sostenibilidad social, ambiental, cultural y económica.

Como siempre, recordemos: "el evento es efímero, su impacto no" y más efímera es una campaña electoral, por lo que es necesario desarrollar estrategias que faciliten que el impacto en la sostenibilidad de la misma sea inexistente.